Cuando los terrenos de juego se quedaron pequeños para acoger todo el potencial de algunos clubes de fútbol, éstos se lanzaron a conquistar nuevos territorios. Los clubes de fútbol fueron el objetivo escogido, primero por los clubes ingleses, luego por otros que también vieron en la bolsa un revulsivo para sus tesorerías. Pero si está usted pensando en invertir en fútbol, debe tener en cuenta que solo se llevará bien con el club, financieramente hablando, si está dispuesto a correr riesgos.
Los analistas coinciden en que la inversión en fútbol es una elección de alto riesgo para los inversores debido a la alta volatilidad de sus títulos. Aquí influye todo: los resultados de cada partido, la política de fichajes, las lesiones, los títulos conseguidos… todos ellos elementos exógenos poco previsibles y controlables, que muy poco tienen que ver con la economía, en un momento, además, en el que todo lo que huela a riesgo crea urticaria. Además, conllevan la realización de un desembolso excesivo para la media de las economías familiares, por lo que están más indicados para personas con rentas altas.
Pero, la relación del fútbol con la bolsa se remonta 26 años atrás. El primer club inglés en salir a bolsa fue el Totthenham Hotspurt en 1983, le siguió el Manchester United que salió a bolsa en junio de 1991 con 74,41 millones de euros de capitalización. En 1997 ya cotizaban 15 clubes, entre los que estaban el Aston Villa, el Chelsea, el Birmingham o el Leeds United. Su ejemplo hizo que otros clubes europeos se interesaran por las bolsas de valores en países como Italia, Alemania o Portugal.
El papel de los equipos de fútbol en la oferta de títulos llevó a las empresas especializadas a elaborar un índice bursátil como el resto de sectores económicos. Dow Jones elaboró el índice Stoxx Football que incluye a 27 equipos de fútbol europeos que cotizan en bolsa.
El fútbol británico es el más representado con ocho equipos en el índice. Entre ellos se encuentran el Tottenham, Celtic de Glasgow o el Birmingham City. También hay cinco equipos daneses y cuatro turcos. Los portugueses tienen a sus tres principales equipos en el índice: Benfica, Sporting de Lisboa y Oporto. Los equipos con una mayor ponderación en el índice son el Olympique de Lyon y el Juventus de Turín. Otros equipos punteros representados son el Borussia Dortmund, Ajax y Roma.
Cómo invertir en goles
La mecánica para invertir en estos valores es idéntica a la del resto de los valores del mercado internacional. Se acude a cualquier banco o caja de ahorros que opere en la bolsa europea, y se pagan las comisiones correspondientes de compra-venta, de custodia y corretaje, igual que para otros valores.
La única recomendación específica en este caso es clara: mejor dejar la pasión y el corazón para los campos de fútbol e invertir con sentido común. Está claro que uno no va a ganar más en bolsa por el simple hecho de invertir en el club de sus amores. Aquí la lógica del dinero se impone a las preferencias deportivas.
Una vez impuesta la razón, hay una serie de pautas que los analistas recomiendan seguir para este tipo de inversiones tan volátiles. En primer lugar, es aconsejable dejarse asesorar por expertos en estos productos al ser de alto riesgo. A partir de ahí habrá que analizar las condiciones de cada producto: los plazos, la inversión que hay que realizar y las condiciones para alcanzar la máxima rentabilidad. Además, no hay que descartar otros productos de las mismas características que pueden dar rentabilidades más altas (de nuevo, el sentimentalismo debe quedar a un lado).
Los analistas coinciden en que la inversión en fútbol es una elección de alto riesgo para los inversores debido a la alta volatilidad de sus títulos. Aquí influye todo: los resultados de cada partido, la política de fichajes, las lesiones, los títulos conseguidos… todos ellos elementos exógenos poco previsibles y controlables, que muy poco tienen que ver con la economía, en un momento, además, en el que todo lo que huela a riesgo crea urticaria. Además, conllevan la realización de un desembolso excesivo para la media de las economías familiares, por lo que están más indicados para personas con rentas altas.
Pero, la relación del fútbol con la bolsa se remonta 26 años atrás. El primer club inglés en salir a bolsa fue el Totthenham Hotspurt en 1983, le siguió el Manchester United que salió a bolsa en junio de 1991 con 74,41 millones de euros de capitalización. En 1997 ya cotizaban 15 clubes, entre los que estaban el Aston Villa, el Chelsea, el Birmingham o el Leeds United. Su ejemplo hizo que otros clubes europeos se interesaran por las bolsas de valores en países como Italia, Alemania o Portugal.
El papel de los equipos de fútbol en la oferta de títulos llevó a las empresas especializadas a elaborar un índice bursátil como el resto de sectores económicos. Dow Jones elaboró el índice Stoxx Football que incluye a 27 equipos de fútbol europeos que cotizan en bolsa.
El fútbol británico es el más representado con ocho equipos en el índice. Entre ellos se encuentran el Tottenham, Celtic de Glasgow o el Birmingham City. También hay cinco equipos daneses y cuatro turcos. Los portugueses tienen a sus tres principales equipos en el índice: Benfica, Sporting de Lisboa y Oporto. Los equipos con una mayor ponderación en el índice son el Olympique de Lyon y el Juventus de Turín. Otros equipos punteros representados son el Borussia Dortmund, Ajax y Roma.
Cómo invertir en goles
La mecánica para invertir en estos valores es idéntica a la del resto de los valores del mercado internacional. Se acude a cualquier banco o caja de ahorros que opere en la bolsa europea, y se pagan las comisiones correspondientes de compra-venta, de custodia y corretaje, igual que para otros valores.
La única recomendación específica en este caso es clara: mejor dejar la pasión y el corazón para los campos de fútbol e invertir con sentido común. Está claro que uno no va a ganar más en bolsa por el simple hecho de invertir en el club de sus amores. Aquí la lógica del dinero se impone a las preferencias deportivas.
Una vez impuesta la razón, hay una serie de pautas que los analistas recomiendan seguir para este tipo de inversiones tan volátiles. En primer lugar, es aconsejable dejarse asesorar por expertos en estos productos al ser de alto riesgo. A partir de ahí habrá que analizar las condiciones de cada producto: los plazos, la inversión que hay que realizar y las condiciones para alcanzar la máxima rentabilidad. Además, no hay que descartar otros productos de las mismas características que pueden dar rentabilidades más altas (de nuevo, el sentimentalismo debe quedar a un lado).