Alonso abandonó Isbel tras 16 años de trabajo y ahora intenta guiar al club con el management de una empresa
El fanatismo por el fútbol se puede transformar en un negocio atractivo aunque para lograrlo es necesario profesionalizar la gestión y explotar todas las opciones de desarrollo comercial posibles. Con ese fin Peñarol decidió ir a buscar a un ejecutivo con experiencia para fortalecer institucionalmente al club a través de una figura visible que lidere el proceso y sea el responsable de los resultados.
Se trata de Álvaro Alonso, el ex gerente general de Isbel, una de las principales empresas uruguayas de tecnología de la información especializada en software para call centers. Luego de 16 años en la compañía, Alonso tomó la decisión de buscar nuevos desafíos profesionales aunque en ese momento no se imaginó que su futuro escritorio sería en la sede del cuadro de sus amores. Ya alejado de Isbel, recibió varias propuestas como un puesto jerárquico en uno de los canales privados de televisión de aire, la gerencia de una empresa de seguros de retiro y hasta la dirección de un club en Punta del Este.
Mientras evaluaba esas ofertas, sonó nuevamente su celular aunque esta vez la propuesta que escuchó estaba relacionada con el área deportiva aunque sin saber aún de qué se trataba. Pocos días después, se reunió con el presidente y el vicepresidente de Peñarol. "Queremos que la gestión sea propia de una organización de vanguardia inserta en un entorno competitivo", le dijo el presidente José Pedro Damiani y Alonso aceptó el desafío. Desde agosto del año pasado, ejerce la gerencia general del club y su objetivo es explotar la "marca Peñarol", a su juicio, la más importante del país por la gran cantidad de adeptos que tiene si se los ve como potenciales clientes. Un gran merchandising de camisetas, buzos, lapiceras, gorros y varios etcéteras están entre los objetivos y a principios de abril abrirá sus puertas la primer tienda de estos objetos en el Palacio Peñarol. Su misión es bajar a tierra la visión estratégica de los directivos del club, de la misma forma que respondía a los accionistas de Isbel.
"La situación que nosotros encontramos cuando asumimos en Peñarol era de muchas oportunidades de desarrollo y pocas explotadas, fundamentalmente a nivel comercial", contó Alonso a El Empresario. Sobran a nivel mundial los ejemplos de los clubes que especializan su gestión y en Uruguay algunos buscan recorrer el camino.
The paradox of insular language
Hace 1 año
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